sábado, 11 de diciembre de 2010

¿Cómo catar un vino?

El objetivo fundamental de una cata de vinos consiste en analizar las sensaciones que éste nos produce al degustarlo. Algo que a veces parece reservado para expertos sumilleres e iniciados en la materia. Sin embargo, el conocimiento del vino es un privilegio al alcance de cualquiera; catar es algo sencillo. Eso es, al menos, lo que la directora de DeVinos Comunicación, Lorena G. Díaz, trata de transmitir al público más profano en la materia, pero con ganas de aprender. ¿Es tu caso? Pues no te pierdas las pautas básicas que nos ofrece para catar un vino paso a paso.

FASE VISUAL

Descorchar y verter el vino.
Es muy importante la elección de la copa dependiendo del tipo de vino y siempre sujetarla por el pie para evitar que el vino se caliente.
Al descorchar una botella lo primero a analizar es su corcho. Éste debe estar ligeramente humedecido por el vino, lo que demuestra que la botella se ha guardado siempre inclinada.
En la fase visual se observa si la superficie del vino es brillante o mate, si tiene transparencia y limpieza. Si se quiere, también se puede utilizar una superficie blanca para apreciar mejor el color del vino.

FASE OLFATIVA

Se aproxima la nariz a la copa para comprobar de manera global que no hay aromas desagradables en el vino.
Es recomendable que en la fase olfativa primero se huela el vino sin haber movido la copa para extraer los aromas más sutiles.
A continuación se balancea la copa para agitar el vino porque es así como se desprenden los componentes aromáticos.
En esta parte de la cata se determinan la intensidad y la clase de aromas que se perciben. Tres son los aromas que se han de descubrir: los primarios (los que aporta la variedad de la uva), secundarios (procedentes de la fermentación) y los terciarios o 'bouquet' (son los aromas de la crianza).
FASE GUSTATIVA

Se toma un pequeño sorbo que se hace pasar a lo largo y ancho de la lengua para que las papilas detecten todos los gustos.
Igualmente se aspira aire con el vino en la boca y se saca por la nariz para volver a oler los aromas, aunque, a diferencia de la fase olfativa, en este caso es por vía retronasal.
En esta fase se valora el ataque o primera impresión, el paso en la boca, el postgusto y el retonasal. Por último se traga y todos los aromas y sensaciones persisten en la boca después de ser ingerido. Esa mayor o menor persistencia en boca es la que permitirá distinguirlos.

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