PONGALE VINO A SUS HUESOS.
El consumo de alcohol podría reducir la severidad de los síntomas de artritis reumatoidea (AR) e incluso podría reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad, afirma una investigación.
El estudio, que aparece publicado en la revista Rheumatology estudió a cerca de 2.000 personas, de las cuales 873 padecían artritis reumatoidea, un trastorno autoinmune que provoca la inflamación de articulaciones y otros tejidos. Los investigadores de la Universidad de Sheffield, Inglaterra, preguntaron a los participantes con qué frecuencia habían tomado alcohol durante el mes previo al estudio. Además fueron sometidos a radiografías, análisis de sangre y a un examen del estado de sus articulaciones.
"Encontramos que los pacientes que tomaban alcohol más frecuentemente tenían síntomas menos severos que los que nunca bebían alcohol o sólo lo bebían con poca frecuencia" afirma el doctor James Maxwell, uno de los reumatólogos que participó en el estudio. Asimismo, las radiografías mostraron que con los primeros había menos daño en las articulaciones, menores niveles de inflamación según mostraron los análisis de sangre y menos dolor, inflamación y discapacidad. "Ésta es la primera vez que se demuestra en humanos una asociación inversa dependiente de la dosis entre la frecuencia del consumo de alcohol y la severidad de la AR" explica el científico.
El estudio también encontró que los no bebedores tenían cuatro veces más probabilidades de desarrollar AR que la gente que tomaba alcohol en más de 10 días al mes. Y ese riesgo disminuía según la frecuencia del consumo de alcohol. Hasta ahora se desconoce la causa la artritis reumatoidea pero, como ocurre con todas las enfermedades autoinmunitarias, el sistema inmune confunde a los propios tejidos como si fueran compuestos foráneos y como resultado el organismo se ataca a sí mismo.
Los científicos no saben, sin embargo, por qué el consumo de alcohol parece reducir la severidad de la enfermedad y la susceptibilidad del individuo a desarrollarla.
"Existe evidencia que muestra que el alcohol suprime la actividad del sistema inmune" explica el doctor Maxwell.
"Y esto podría influir en la forma como se desarrolla la AR. Sabemos que meses o quizás años antes de la aparición de AR ocurren cambios en el sistema inmune" agrega.
"Una vez que la persona desarrolla AR es posible que los efectos antiinflamatorios y analgésicos del alcohol jueguen un papel en la reducción de la severidad de los síntomas".
Los investigadores subrayan que ahora será necesario confirmar estos resultados e investigar cuáles son los mecanismos del alcohol que influyen en la severidad y susceptibilidad de la artritis reumatoidea.
Y también, dice el doctor Maxwell, estudiarán si los distintos tipos de bebidas alcohólicas tienen diferentes efectos en la enfermedad.
Los investigadores subrayan, sin embargo, que el estudio presenta ciertas limitaciones ya que está basado en el registro de la frecuencia del consumo de alcohol y no en la cantidad de alcohol que se consume.
lunes, 18 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario