lunes, 10 de diciembre de 2012

End of the World- Syrah 2011

Este varietal de Bodega de Fin del Mundo, nacido en San Patricio del Chañar, Neuquén y rescatado de una partida destinada a exportación exclusivamente para los socios del Club del Buen Beber. Asombroso porque siempre se asoció al Syrah o Shiraz con climas más cálidos, con el sol sanjuanino, o ciertos terruños en Mendoza como Agrelo o Barrancas. Sin embargo la luminosidad patagónica y la amplitud térmica dotaron de una frescura, y una acidez muy particular a este brioso vino del desierto. Los aromas especiados que caracterizan a la variedad- canela, vainilla, clavo- emergen intactos y combinan armoniosamente con la madera sin que esta los tape ya que la crianza en roble americano fue breve, solo cuatro meses. Es un Syrah expresivo, con buena estructura, taninos amables y un largo recuerdo. Se puede tomar levemente refrescado como tinto de verano. Uno de los mitos sobre el origen del cepaje asocian al Syrah a ese terruño exótico la ciudad persa Shiraz, el lugar donde vivió el famoso poeta Omar Kayham, quien celebró al vino y su sensualidad en sus poemas, ninguneando el mandato islámico. La versión mas seria indica que los cruzados fueron quienes lo trajeron de Medio Oriente y lo implantaron en el sudoeste de Francia en la zona del Ródano. En este “End of the world” alcanza una identidad sorprendente, como todo lo que crece en la Patagonia, sus suelos y su clima. Acuerdos perfectos: el cordero patagónico, en estos meses de verano en su mejor momento; el chivito de Chos Malal, único bicho con Denominación de Origen proveniente del norte de Neuquén, y platos especiados como curries o especialidades del sudeste asiático. Para beberlo ya gozosamente o guardar un par de años sin que pierda sus encantos.

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