martes, 25 de noviembre de 2008

La bodega de Miguel Bosé y Manolo Sanchis al pie de la Sierra de Casalobos en Picón, Ciudad Real



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Manolo Sanchís tenía un sueño: proyectar la creación de una bodega donde elaborar vinos de gran calidad. Y para conseguir que ese sueño pudiera ver la luz, el famoso ex futbolista del Real Madrid logró implicar en su particular aventura vinícola a 15 personalidades del mundo del deporte, del artístico (como el cantante Miguel Bosé) y empresarial. Amigos, más que socios, que no dudaron en unirse al proyecto y que hace escasas semanas veían cómo Casalobos (su bodega manchega) inauguraba un espectacular edificio de diseño. Una ocasión que sirvió para que dicha bodega presentara la segunda añada de su tinto ‘Casalobos 2005’. En concreto, los futbolistas Rafael Martín Vázquez, Miguel González ‘Michel’, Emilio Butragueño, y el tenista ‘Pato' Clavet.

-¿Por qué se embarcó en esta aventura vinícola?
Martín Vázquez (M.V): Porque me encanta el vino y el proyecto me entusiasmó desde el inicio.
Michel (M): Por Manolo Sanchís; quiso reunir a los amigos en torno a una situación singular y muy ocurrente.
Emilio Butragueño (E. B): Porque Manolo Sanchís me lo pidió. Nunca he querido mezclar la amistad con los negocios, pero insistió tanto que al final acepté.
'Pato' Clavet (P. C): Porque tuve la oportunidad de entrar en la sociedad a través de mi amigo Manolo Sanchís y me apetecía mucho formar parte de un proyecto en el que nos reuniéramos los amigos alrededor de un gran vino y disfrutáramos de una buena conversación... y un gran puro (a pesar de Manolo). Porque espero que esta aventura sea un gran éxito, disfrutar de ella con mi familia y que mis hijos la continúen. Y finalmente, porque es un negocio con el que disfruto y a lo mejor ganamos ¡hasta ganamos algo de dinero!

-A la hora de comprar un vino... ¿en qué se fija primero?
M.V: Me fijo en la denominación de origen y, luego, si es un vino de nueva generación.
M: En la procedencia, en el año, en lo que prefiero para esa situación concreta.
E.B: No suelo comprar vino. Ahora, cuando regalo vino, siempre es el nuestro.
P.C: La botella, la denominación de origen, la variedad de uva y el precio.

-¿Le gusta experimentar o siempre termina recurriendo a los ‘grandes clásicos’ de la enología?
M.V: Me gusta experimentar y probar cosas nuevas.
M: Me dejo aconsejar y desde luego aciertan…no hay nada como dejar al que sabe.
E. B: Habitualmente no suelo consumir vino.
P.C: Me gusta experimentar y conocer vinos nuevos. Me gustan más los vinos modernos que los clásicos, aunque a decir verdad, siempre que voy a un restaurante pido Casalobos como primera opción.

-¿Cuál es el vino más caro que ha probado?, ¿cree que merecía ese precio?
M.V: No recuerdo, pero creo que los mejores vinos con la mejor relación calidad-precio son sin lugar a dudas los españoles.
M: Vega Sicilia y Petrus. Nadie me obligó a pagarlos… queríamos disfrutarlos.
E.B: No suelo comprar vino, pero alguna vez me han invitado a alguno muy especial.
P.C: En una ocasión me invitaron a un Vega Sicilia Único de una reserva especial y aunque no sé lo que costaba, imagino que bastante. Y que haya comprado yo, un Château Margaux que me costó 150€ y todavía está esperando a que me lo beba…
Yo creo que cuando se pagan esos precios, influyen otros factores como la exclusividad, el lujo, la escasez del producto... que aumentan exponencialmente el precio de la botella. Para el que valore esos factores estará justificado el precio, para el que se remita únicamente al valor del vino como tal, me imagino que no. Yo personalmente me limito a esto último y no soy capaz de apreciar un vino que valga esas cantidades desorbitadas.

La última vez que abrió una botella con motivo de una celebración fue…
M.V: Esta noche, porque para beber una botella de vino no necesito celebrar nada. Solamente disfrutar de una buena comida, cena acompañada de una buena botella de Casalobos.
M: Sin motivo. Cualquier día es bueno para abrir una botella y disfrutar de los amigos.
E.B: En la inauguración de nuestra bodega.
P.C: Mañana, por mi cumpleaños. ¡Casalobos por supuesto!

-¿Tinto, blanco o rosado?
M.V: Tinto.
M: ¿Y por qué no todos en su momento?
E.B: Tinto.
P.C: Tinto.

-¿Recuerda su primer sorbo de vino?
M.V: Hace mucho, en una concentración de fútbol cuando estaba en activo.
M: Cuando era adolescente. En mi casa siempre se comía con vino.
E.B: Realmente no lo recuerdo.
P.C: Sí, fue con mi padre y no me gusto nada… Debía tener 15 años y hasta los 30 más o menos no empecé a cogerle el gusto.

-¿Es usted quién suele probar el vino en los restaurantes?
M.V: Depende, pero normalmente sí.
M: No. Dejo que sea mi mujer quién decida.
E.B: Normalmente no lo hago yo.
P.C: Si hay alguien en la mesa que entienda y nos lo explique mejor, si no, no tengo inconveniente en probarlo. ¡Pero que no me pidan detalles!

-Su momento perfecto del día para disfrutar de una copa de vino es... ¿Qué banda sonora suena de fondo en ese momento?
M.V: Cualquier momento, de hecho casi siempre como y ceno con vino. No contemplo una comida o cena sin vino.
M: La hora de la comida y antes de la cena. Siempre canto yo…me da por eso.
E.B: Acompañado por buenos amigos o por la familia. En el primer caso, la música clásica es perfecta; en el segundo, las risas de los abuelos jugando con los nietos.
P.C: La cena con mi mujer, charlando y que suene alguna música relajada. Si es una cena con amigos, prefiero la conversación a la música.

-¿Tiene bodega (o mini-bodega) propia en casa?, ¿cuál ha sido su última ‘adquisición’ vinícola?
M.V: Sí, tengo una mini bodega. Tengo Regajal, Villagarcía, etc.
M: Mi última adquisión ha sido Maleolus, de Emilio Moro.
E.B: No, no tengo bodega.
P.C: Mini-bodega. Pues aunque parezca pesado, la última adquisición ha sido Casalobos, pero anteriormente he comprado Maduresa (Valencia), Pintia (Toro), Emilio Moro (Ribera del Duero), etc, etc...

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